lunes, 9 de abril de 2007

Entre buspirona y strèss.


Y querìa llegar a la cima.
Lo anhelaba tanto.
Escuchaba mi nombre a lo lejos. Lo repetìa.
Lo repetìa.
Aquella escalera eterna que amortiguaba dolores.
Mi cuerpo querìa dividirse en mil partes.
Y esas telas.
Esas telas que me llevaban hacia los extremos contrarios de mi destino.
Eran azules.
Creo.
En un fondo blanco. No lo recuerdo muy bien.
Y la escalera. Dividìan mi cadera y mi columna como si fueran piezas de un
puzzle mal hecho.
Y la escalera.
Aùn no recuerdo por què repetìa mi nombre.
Prometì que nunca lo olvidarìa. Y lo olvidè. Mierda.

3 comentarios:

Anxiety dijo...

hasta ke se puso al dia kon el cirko!
ia niña lendaa..me enkanto lo ke escribiooo...
pa la otra..si tiene ke observar ..seré materia dispuesta!
un bexote!º

atte. srta Anxiety

david santos dijo...

Te felicito por tu trabajo, muy bueno, y te deseo una buena semana.

Espíritu Intermedio dijo...

Hola!

Si ya olvidó, vaya que difícil resulta eso para mí, creo que no va con mi personalidad, a veces me gustaría desprenderme más fácil de las cosas, pero no puedo.

En todo caso creo firmemente en la teoría de que uno no olvida, sino que solamente deja de sentir cosas y te desapegas de lo que creías te acompañaría por siempre. Ces't la Vie!

Saludos desde una estrella lejana, aún brillando en la oscuridad de la noche *SPICA